miércoles, 3 de octubre de 2012

Cap.11 –Una nota muy especial.


Hola, ¿qué tal? Me llamo Elena y soy la madre de Isabel. Hoy ha ocurrido algo muy extraño y como no se lo puedo contar a nadie de momento, y no me gustan los secretos, os lo cuento a vosotros para desahogarme.
Hoy hemos vuelto del pueblo para volver a la playa y, después de unos días, volver a la ciudad otra vez. Marcos, Trinidad e Isabel fueron al cine con los amigos que conocieron en la playa. Se llevaron chaquetas porque hacía un poco de fresco.
El caso es que, cuando volvieron se quitaron las chaquetas y fueron al salón a contar a José la película.
-Mamá, ¿vienes?- gritó Marcos desde el salón- Vamos a contar la película y a tomar un chocolate caliente.
-Ir contándole a vuestro padre- les dije-. Yo voy a llevar algunas cosas a lavadora y luego voy.
Lo malo de ir a un apartamento, en vez de a un hotel, es que hay que hacer pequeñas tareas como cocinar y lavar. Se habían manchado pocas cosas, entre ellas la chaqueta de Marcos. Tenía caca de paloma de cuando fueron al cine, así que la cogí del perchero y la llevé a la cocina para meterla en la lavadora. Antes de meterla, revisé si había algo dentro de los bolsillos. Había unos caramelos en el bolsillo derecho y en el izquierdo una nota. No quería violar su intimidad leyéndola, pero pensé que debería ser un correo electrónico o algo así. Pero me equivoqué. En realidad, era una nota. Decía así:

Hola Marcos:
No tenía valor para decírtelo pero me gustas mucho desde siempre. Por eso siempre me había comportado tan forzadamente contigo. Siempre había querido decírtelo pero me daba vergüenza. Habría preferido decírtelo a la cara pero no habría podido. ¿Te gusto yo a ti? Redondea sí o no:
                                                   SI                          NO
                                       
Saludos de, Trini, la chica que quiere que seas más que un amigo.

Me quedé de cuadros. ¿TRINIDAD Y MARCOS?
Fui a dejar la nota sobre la mesa de la habitación cuando caí en la cuenta de que todavía no había marcado nada. Además Marcos se daría cuenta de que la he leído al meter la chaqueta en la lavadora.
Dejé la chaqueta en el perchero con la nota en el bolsillo. Fui al salón y me senté a hablar con los demás. Mientras me contaban la película, yo me preguntaba si se estaban dando cuenta de que estaba guardando ese secreto. No se me da bien guardar secretos y quizá se me notó. Lo descubriría pronto.

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