Cap. 5 Part.1- Una fiesta contada por Trini.

Hola, me llamo Trini. En realidad me llamo Trinidad, pero no puedo soportar que me llamen así porque es un nombre que solo tienen las abuelas. Solo le dejo a mi madre que me llame así porque a ella no le gusta Trini. Tenemos gustos diferentes, menos sobre moda. Lo bueno que tiene mi madre es que es diseñadora y eso deja con la boca abierta a la gente. Además siempre voy vestida con la mejor ropa. A veces se la dejo a Isa para que fardemos las dos juntas de la ropa. Mi madre es genial por sí misma, no me malinterpretéis, pero es demasiado seria. Mi padre siempre me ha llamado Trini. A mi madre no le gustaba que me llamase así pero a mí sí. Mis padres están separados. Todo el mundo me dice: “que pena”, “perdón, no lo sabía” o “cuanto lo siento”. Cada vez que me lo dicen, me gusta menos que sientan lástima por mí. Al principio, me daba mucha pena no vivir juntos. Pero me acostumbré y ahora me parece mejor que estén separados, a que estén juntos y discutan.

Bueno, que nos salimos del tema. Hoy ha sido la fiesta de Leire y Ángela y ha sido súper-rara. Lo cuento desde el principio:
Isabel y yo nos íbamos hacia la fiesta con nuestro plan de la GRAN HUMILLACIÓN preparado para atacar. Llegamos allí y hablamos un rato; pero no pude hablar con Isa sobre Antonio, el chico que le gusta, porque Leire estaba todo el rato cerca de nosotras. Nos dio que sospechar así que Isabel, que estaba enfrente mio y Leire no le podía ver la cara, me guiño el ojo y, con nuestro súper-lenguaje, me gesticuló con los labios: “sígueme la corriente” y dijo en voz alta:

-Trini, tengo que ir al baño. ¿Me acompañas?

-Claro- respondí pillando la indirecta.

Al llegar y comprobar que no nos seguía dije:

-Estas están planeando hundirnos con algo que digamos durante la fiesta. ¡SEGURO!

-Ya lo sé. Creo que esperan que comentemos algo sobre nosotras que les pueda servir de cotilleo y utilizarlo en nuestra contra- dijo Isa con inteligencia.

-Seguramente- razoné-. Lo que hay que hacer es no decir nada confidencial en la fiesta. SOLO EN EL BAÑO.

-Sí, pero cuidado, porque puede que estén alguna de ellas en el baño y lo oigan- comentó Isabel.

-Bueno, Clarisa no ha llegado todavía de la fiesta de disfraces, porque no estaba en el salón. Menos mal que al final no ha renunciado al trabajo de animadora de críos. Seguro que se le da genial con su carácter- dije sarcásticamente.

-Oye, Trini: ¿Has visto a Antonio? Estaba hoy muy guapo. Creo que le voy a pedir un baile. ¿Tú crees que me dirá que sí?- me preguntó Isa.

-¡Eso es genial! Seguro que acepta y bailáis. Pero pregúntaselo en una lenta, ¿eh?- dije entusiasmada.

-No sé, estoy nerviosa. Él es perfecto y yo…NO. Me gusta desde siempre y no quiero que deje de ser mi amigo si no quiere bailar conmigo. Es tan mono.

-No seas tonta… ¿Has oído ese ruido?- pregunte interrumpiéndome a mí misma.

-¡Sí! Pensaba que era mi imaginación- confesó confusa-. ¿Porque se eleva el volumen de nuestra voz?

Yo también estaba preguntándome que ocurría pero suponía quien eran los responsables: ¡CLARISA, LEIRE Y ÁNGELA!

-Aggg- gruñí dándome viendo una extraña mancha negra en el vestido de Isa-. Tienes un pinganillo en el vestido. Ni me había dado cuenta. Es diminuto. Seguro que alguien a grabado lo que decías. ¡Por eso estaba Leire espiando!

-Espera un momento-pensó Isabel-. En ese baño individual hay unas alpargatas de verano como las que siguen Leire y Ángela de…

-¡¡CLARISA!!- interrumpió Clarisa saliendo del baño.- Leire y Ángela tienen las mismas alpargatas… ¡copionas! Bueno, habéis descubierto mi plan. Al oíros mandé a Ángela que hiciera su trabajo, o sea, utilizar el pinganillo para que todo el mundo en la fiesta oyese lo que sientes por Antonio.

- ¡Por eso sonaban nuestras voces ampliadas!- caí en la cuenta.

-Entonces…-dijo Isa con voz acongojada- ¡¡¡¡¡¡SABEN QUE ME GUSTA ANTONIO!!!!!!

-Clarisa, ¿de verdad no puedes dejar de humillarnos y hacernos quedar mal?- dije con pena por la vergüenza que debía pasar Isabel.

-Bueno, así él ya sabrá que estás enamorada- dijo Clarisa con voz de naturalidad.

-Eres una rata mala y asquerosa- defendí a mi amiga mientras miraba  a Clarisa con cara de querer estrangularla.

Salimos del baño y nadie parecía estar interesado en lo que había dicho Isabel. En realidad, mucha gente de nuestro curso tiene novios. Ya tenemos 14 años y a casi todo el mundo le gusta alguien de su clase o curso. El plan de Clarisa me parecía menos eficaz cada vez que lo pensaba. Eso a la gente le puede hacer gracia al oírlo en los altavoces pero luego vuelves a la vida normal sin burlarse ni nada. Clarisa pareció notar que no tenía mucho éxito porque gritó:

-¡Miraaaad! Son Isabel y su mejor amiga.

Pero la gente se rio un poco y volvió a lo suyo. Isabel parecía feliz de que nadie le chinchara demasiado. Seguro que pensaba que sería un “TIERRA TRAGAMÉ”. Me alejé para hablar con Leire y Ángela del plan y resulta que, por casualidad, vi a Antonio acercarse a Isabel y COGERLE DE LA MANO. A saber lo que ocurrió. Pero lo descubriremos muy pronto en la parte 2 de este capítulo.