Cap.6- Un día en la piscina.

Hola chic@s. Ahí va un nuevo capítulo:

Hola, soy yo otra vez, Trini. Estoy un poco triste hoy porque a partir de la fiesta en la que Isabel y Antonio se dieron su primer  beso Isa casi no está conmigo. No quisiera quejarme, pero es nuestro último verano juntas, y todo el rato está con Antonio, en vez de conmigo. Ahora salimos todo el rato Isabel, Antonio, Lucas y yo. Lucas es el mejor amigo de Antonio y cuando Isa y Antonio van juntos, nosotros también vamos. Él es un ligón y un guaperas y siempre que salimos, se pone a ligar conmigo. Como el otro día, que fuimos los cuatro al cine y, mientras Antonio e Isabel estaban haciendo manitas, me rodeo con su brazo y se puso a decir idioteces “románticas”. Es un plasta. El otro día le dije a Isabel lo que sentía. Ella estaba vistiéndose para ir a tomar un helado con Antonio y le dije:

-Oye Isa, ¿podemos hablar?

-Tengo que ir ahora a la heladería pero bueno. Dime- dijo mientras se maquillaba, como si no tuviera interés en lo que le decía.

-Isabel, no quiero ser desconsiderada, pero es nuestro último verano y estás todo el rato con Antonio.

Se lo tomó bastante bien porque me prometió que iríamos solas a la piscina. Sonaba bastante bien. Fue a la heladería, porque ya le había prometido a Antonio que iría, pero al día siguiente nos preparamos para ir a la pisci.

-Oye Trini- me dijo Isa por el camino a la piscina-, siento lo de Toni (Antonio). Es que es mi primer novio y no he sabido distribuir el tiempo entre novio y amiga. Me perdonas, ¿no?

-¡Claro que sí! Te comprendo- dije feliz de reconciliarnos-. Menos mal que dejan traer perros a la piscina- añadí para cambiar de tema.

-Sí, que suerte. ¿Verdad Linda?- dijo Isa.

-¡Guau!- respondió mi perrita agitando la cola.

-¡Guau!- exclamó mi mejor amiga.

-¿Por qué imitas a Linda? - pregunté extrañada.

-No la imito, mujer- dijo-. Es por eso.

Y señaló un grupo de chicos riéndose.

-¡Guau!- exclamé.

-¿Ves? Esos tíos están como un queso- dijo Isa, y tenía razón.

-Creía que salías con Toni- dije con voz de burla.

- Ni que fueran a hablar con nosotras- me respondió Isabel.

Entonces los chicos dejaron sus toallas sus sobre el césped.

-Pongamos nuestras cosas cerca de las suyas- dije.

Lo hicimos y nos sentamos en la toalla con la típica pose “chica súper-femenina”. Isabel y yo la hacemos cuando hay chicos monos cerca. Nos dimos un baño y luego nos secamos con la toalla. Ya no nos acordábamos de ellos. En las toallas nos tomamos unos refrescos y una de las botellas me trajo una idea.

-¿Y si jugamos a verdad o atrevimiento?- propuse.

-Guay.

Al principio nos lo pasamos bien pero luego era mi turno y elegí PRUEBA. Hasta ahí, bien. Pero luego se complicó.

-Tienes que hablar con esos dos chicos que están ahí- ordenó mi M.A.P.S.

-¿Estás loca?- grité- Son dos de los chicos monísimos que vimos antes.

-Ya lo sé- dijo con naturalidad-. Tienes que hacerlo.

Y claro, accedí. Me acerqué con mucha vergüenza, de hecho, creo que me puse roja. Cuando llegué tuve una conversación cortita con ellos. Lo cierto es que no fue muy interesante. Solo dijimos: “hola”, “¿que tal?”, “soy Trini” y “hasta otro día”. Nada, ni siquiera me acuerdo de sus nombres.

-¿Cómo ha ido? ¿Son majos? ¿Te gustan?- me taladró Isabel con sus “preguntas”.

- Normal, no especialmente, NO- respondí igual de atropelladamente que ella-. Además, a mí me gusta M…nadie.

-¿Quién?

-Nadie, nadie.

¡UN MISTERIO!

¡Besos y votad en las encuestas!